Ninja Animation

martes, agosto 22, 2006


subió por los escalones, mientras observaba al hombre que escondía su rostro bajo aquel manto espectral, llego al piso superior, y abrió la puerta de su habitación, una ventana daba a las afueras del pueblo, una pequeña repisa sostenía un candelabro y viejos libros de poesía, a las afueras se podían ver los tejados de las casas, mas allá de las murallas se veía el camino dejado, la montaña imponente en la lejanía, aunque un árbol se interponía entre la vista al exterior, se podía observar casi todo el pueblo, las calles iluminadas por la luz de la luna, las ramas moviendose con el viento, el vaivén de las hojas y el viento, colocó sus cosas a un lado de la cama, y encendió una vela para poder leer alguno de aquellos libros, pues para el, era una costumbre antes de concebir el sueño, quiso dejar las ventanas abiertas pues estaba fresco, y quería ser tocado por la brisa.
Entre las líneas del libro hubo un poema que lo hizo recordar días antiguos, días hermosos más allá de las murallas de Duergár, en los que se hallaban estas palabras:


Entre las praderas del mundo vacilan las aves, más allá del destino olvidado,
ese mágico canto de los pájaros que anuncia el amanecer, donde el sol es una fogata
universal que desmejora en silencio, donde las noches son canciones en los que la
luna baila con algarabía por enamorarte, por que quiere que subas hasta ella y la beses
lentamente, donde el clarín del viento crea las baladas en las que sueñas, es allá donde tus ojos se perdieron en los arbustos,

es allá donde el llanto calla y la risa rompe con un grito el completo silencio de las horas y las lunas,

es allá donde la tierra borra tus pensamientos y tormentos, y quieres perderte en ella, todo en ella, te acaricia a ti y a tu alma mientras cierras los ojos...